Hace unos días Alicia y José Julio organizaron una visita a nuestra ciudad para todos los profes que estuvieran dispuestos a empaparse, y no es que lloviera pero el AGUA estuvo presente en todo el recorrido. Quién mejor que nuestra profe de Geografía e Historia para resumir la experiencia. Estate atent@ que vas a aprender cosas bien chulas, yo ya me voy callando para que hable Pilar Sánchez :
Las fotos se tomaron el día 27 de noviembre mientras realizábamos la Ruta del Agua por Plasencia. Varios profesores del Instituto nos animamos a hacerla acompañados de Ismael, guía turística de nuestra ciudad, que nos mostró algunos de esos maravillosos parajes con el encanto especial que tiene el otoño. Nuestro punto de partida fue el Puente San Lázaro que separa a Plasencia del barrio San Lázaro, llamado así porque era el barrio de los “lazaretos” o leprosos. Es el puente más antiguo de la ciudad.
Desde allí nos dirigimos al Molino de la Casca ( de la aceituna) vamos una especie de almazara que diríamos ahora. Ismael nos explicó estupendamente todo el proceso: dónde estaba el eje del molino que se utilizaba también para hacer pimentón, que en la prensa grande se metía el aceite de peor calidad... Bueno, para no cansaros hay varias fotografías y que vosotros mismos juguéis a adivinar como funcionaba.
Luego continuamos el paseo siguiendo el cauce del río hasta llegar al Puente Nuevo y a “las tenerías”, la zona de las lavanderas. Como curiosidad, que sepáis que este lugar le gustó tanto a Sorolla cuando estuvo aquí que lo pintó en uno de sus cuadros. Una vez allí, bajamos a ver la ermita de Santo Tomé que se excavó hace años pretendiendo encontrar restos de la antigua mezquita de la ciudad. Pero, lo que se encontraron fueron restos de enterramientos anteriores a la construcción de la ermita.
Y otra curiosidad, ¿a que esto no lo sabíais? en la rotonda, pasando del puente hace ya muchos años se celebraban corridas de toros. Continuamos caminando siguiendo la ribera del río hacia el barrio San Juan donde pudimos contemplar la iglesia de San Juan del siglo XIII, recuperada en la década de los 80. Y ahora un cotilleo, es lo bueno de ir con Ismael, se lo sabe todo. Antiguamente el barrio San Juan era el barrio de las putas que tenían que salir a la zona extramuros antes del anochecer. !Vaya cuánto han cambiado los tiempos!
Ismael nos explicó que el antiguo acueducto traía el agua de Cabezabellosa hasta la Torre Lucía. Llegamos hasta el aparcamiento de la Isla y desde allí y desde allí haciendo uso esta vez de las escaleras mecánicas nos colocamos en la Puerta del Sol en un periquete.
Teníamos que ver otra curiosidad emplazada en una tienda de cosmética de la calle del Sol, un molino de hielo. Así como os lo digo, en Plasencia hace siglos nevaba mucho más que ahora y algunas casas señoriales tenían estos molinos para guardar y convertir la nieve en hielo. Es enorme, Mide 9 metros de profundidad y 3 de diámetro. Es chulísimo, lástima que ya nos hubiéramos quedado sin batería en la cámara de fotos para inmortalizarlo en el blog.
Y desde allí, par terminar, fuimos a la plaza Mayor donde Ismael nos siguió deleitando con más anécdotas de Plasencia hasta que alguna voz en el anonimato sugirió ir a tomar unas cañitas para calmar nuestra sed después de tanta agua oída y contemplada durante nuestro inolvidable paseo.
Desde allí nos dirigimos al Molino de la Casca ( de la aceituna) vamos una especie de almazara que diríamos ahora. Ismael nos explicó estupendamente todo el proceso: dónde estaba el eje del molino que se utilizaba también para hacer pimentón, que en la prensa grande se metía el aceite de peor calidad... Bueno, para no cansaros hay varias fotografías y que vosotros mismos juguéis a adivinar como funcionaba.
Luego continuamos el paseo siguiendo el cauce del río hasta llegar al Puente Nuevo y a “las tenerías”, la zona de las lavanderas. Como curiosidad, que sepáis que este lugar le gustó tanto a Sorolla cuando estuvo aquí que lo pintó en uno de sus cuadros. Una vez allí, bajamos a ver la ermita de Santo Tomé que se excavó hace años pretendiendo encontrar restos de la antigua mezquita de la ciudad. Pero, lo que se encontraron fueron restos de enterramientos anteriores a la construcción de la ermita.
Y otra curiosidad, ¿a que esto no lo sabíais? en la rotonda, pasando del puente hace ya muchos años se celebraban corridas de toros. Continuamos caminando siguiendo la ribera del río hacia el barrio San Juan donde pudimos contemplar la iglesia de San Juan del siglo XIII, recuperada en la década de los 80. Y ahora un cotilleo, es lo bueno de ir con Ismael, se lo sabe todo. Antiguamente el barrio San Juan era el barrio de las putas que tenían que salir a la zona extramuros antes del anochecer. !Vaya cuánto han cambiado los tiempos!
Ismael nos explicó que el antiguo acueducto traía el agua de Cabezabellosa hasta la Torre Lucía. Llegamos hasta el aparcamiento de la Isla y desde allí y desde allí haciendo uso esta vez de las escaleras mecánicas nos colocamos en la Puerta del Sol en un periquete.
Teníamos que ver otra curiosidad emplazada en una tienda de cosmética de la calle del Sol, un molino de hielo. Así como os lo digo, en Plasencia hace siglos nevaba mucho más que ahora y algunas casas señoriales tenían estos molinos para guardar y convertir la nieve en hielo. Es enorme, Mide 9 metros de profundidad y 3 de diámetro. Es chulísimo, lástima que ya nos hubiéramos quedado sin batería en la cámara de fotos para inmortalizarlo en el blog.
Y desde allí, par terminar, fuimos a la plaza Mayor donde Ismael nos siguió deleitando con más anécdotas de Plasencia hasta que alguna voz en el anonimato sugirió ir a tomar unas cañitas para calmar nuestra sed después de tanta agua oída y contemplada durante nuestro inolvidable paseo.
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